Época: XX19
Inicio: Año 1950
Fin: Año 1960

Antecedente:
El expresionismo abstracto

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

Frente a la pintura activa, gestual, apasionada y emocional de Pollock, Marc Rothko (1903-1970) hace una pintura más calmada, basada en el color, que Argan ha definido como impresionismo abstracto, propio de un artista contemplativo y de gesto lento, que mira con las pupilas muy abiertas, un místico, como ha dicho Rosenberg. Rothko también era un emigrante que procedía de Lituania y llegó a Estados Unidos con diez años, en 1913. Allí fue expresionista en los años treinta, formando parte del grupo The Ten y luego, a principios de los cuarenta, se sintió atraído por las bioformas surrealistas flotando en el espacio, a las que añadió un componente religioso de retorno a lo primitivo, "un panteísmo en el cual el hombre, los pájaros, las bestias y los árboles (..) se funden en una única idea trágica". Después de la Segunda Guerra Mundial Rothko abandonó la figuración -esos signos primitivos- para centrarse únicamente en el color, que le poseía por completo en 1950. Aplica una pintura muy ligera en dos o tres rectángulos de contornos suaves, que llenan una tela de dimensiones cada vez mayores.Rothko, lo mismo que Pollock, quiere ir más allá del cuadro de caballete, y sus motivaciones no son distintas de las de aquél, aunque los resultados difieran por completo: "pintar un cuadro pequeño -escribía en 1951- es colocarte fuera de tu experiencia, es contemplar una experiencia con una visión estereotipada o con una lente reductora. Siempre que pintas un cuadro grande, estás dentro de él. No es algo que tú gobiernes".Más próximo a la pintura de Newman y Still, Rothko superpone capas de color poco empastado, con ligeros cambios de tono, pero brillantes y sensuales, con un recuerdo de Matisse siempre presente, como un pintor de brocha gorda que pinta una pared y da vida a algo que en principio no era más que un diafragma, un corte, una separación entre dos espacios: la tela.Su interés por los lienzos de gran tamaño y por la idea de la pintura como algo que puede envolver al espectador, le llevó a la arquitectura. En una de sus últimas obras Rothko creó un ambiente al rodear las paredes de la capilla ecuménica de Saint Thomas University en Houston con catorce enormes paneles casi monócromos de un color castaño rojizo oscuro, como venía siendo habitual en él desde finales de los cincuenta.Era difícil dar un paso más en este tipo de pintura y Rothko, deprimido en los años sesenta, se suicida en 1970.